En un mundo donde la agricultura intensiva y el uso de fertilizantes sintéticos están asociados con la emisión de gases de efecto invernadero, los biofertilizantes surgen como una alternativa sostenible para mejorar la eficiencia de los cultivos mientras se reduce el impacto ambiental. Un aspecto clave en el que los biofertilizantes marcan una diferencia es en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Los fertilizantes químicos, especialmente aquellos a base de nitrógeno, liberan óxidos de nitrógeno (N₂O) en la atmósfera. Este gas tiene un potencial de calentamiento global 300 veces mayor que el CO₂. En cambio, los biofertilizantes mejoran la eficiencia en la absorción de nitrógeno por las plantas, evitando que grandes cantidades de este gas se liberen al ambiente.
El uso de biofertilizantes ha demostrado ser una solución viable para reducir la huella de carbono en la agricultura. En Brasil, un estudio reciente mostró que la sustitución de fertilizantes sintéticos por biofertilizantes en cultivos de soya logró reducir la emisión de 430 millones de toneladas de CO₂ equivalentes al año. Además, al mejorar la eficiencia en la absorción de nitrógeno, se evita la pérdida de nutrientes por lixiviación y se minimiza la contaminación de cuerpos de agua cercanos. El uso de biofertilizantes no solo ayuda a mitigar el cambio climático, sino que también tiene beneficios directos para los agricultores. Al mejorar la salud del suelo y aumentar la productividad de los cultivos, estos productos permiten reducir el uso de insumos costosos, lo que se traduce en ahorros significativos. En Ecuador, el uso de biofertilizantes en el cultivo de maíz permitió una reducción del 50% en el uso de fertilizantes sintéticos, disminuyendo los costos de producción y mejorando la sostenibilidad del sistema agrícola
Conclusión
Los biofertilizantes, como los que produce TEOH, representan una herramienta clave para mejorar la salud del suelo y reducir el impacto ambiental de la agricultura. Al promover la absorción eficiente de nutrientes, como el nitrógeno, estos biofertilizantes no solo incrementan la productividad de los cultivos, sino que también contribuyen a la reducción de gases de efecto invernadero, evitando la liberación de óxidos de nitrógeno dañinos. Además, su uso continuo permite restaurar la fertilidad del suelo y minimizar la necesidad de insumos químicos, lo que reduce el daño a largo plazo en los ecosistemas agrícolas y el entorno. Con TEOH, los agricultores pueden lograr una agricultura más sostenible, maximizando los beneficios tanto para el suelo como para el medio ambiente.
Referencias:
Comments