Cómo los biofertilizantes ayudan a combatir la salinidad del suelo y mejorar su salud.
- Teöh
- 22 abr
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La salinidad del suelo es un problema creciente en la agricultura que afecta la productividad y la calidad de los cultivos. Se produce cuando las sales solubles en el agua se acumulan en la zona radicular de las plantas, dificultando la absorción de agua y nutrientes esenciales. Este fenómeno puede deberse a diversos factores, como:
● Uso excesivo de fertilizantes químicos: Algunos fertilizantes sintéticos contienen altos niveles de sodio y cloruros que, con el tiempo, se acumulan en el suelo.
● Riego con agua de baja calidad: Aguas con alto contenido de sales, como las de origen subterráneo, contribuyen a la salinización del suelo.
● Escasez de drenaje adecuado: Cuando el agua no se filtra correctamente, las sales quedan retenidas en la superficie, incrementando la concentración salina.
● Evaporación intensa: En climas áridos, la evaporación del agua en la superficie del suelo deja depósitos de sal que afectan el crecimiento de las plantas.
La salinidad impacta directamente en la capacidad de las plantas para absorber agua, generando síntomas como marchitamiento, crecimiento reducido y deficiencia de nutrientes. El uso de biofertilizantes es una estrategia sostenible para mitigar los efectos negativos de la salinidad del suelo. A diferencia de los fertilizantes químicos, estos productos contienen microorganismos beneficiosos que mejoran la estructura del suelo, promueven la absorción de nutrientes y favorecen la eliminación de sales acumuladas.
Algunos mecanismos por los cuales los biofertilizantes ayudan a combatir la salinidad incluyen incremento de la materia orgánica como los biofertilizantes que mejoran la cantidad de materia orgánica en el suelo, lo que facilita una mayor capacidad de retención de agua y evita la acumulación de sales en la superficie, fijación biológica de nitrógeno dónde algunas bacterias presentes en los biofertilizantes, como Rhizobium y Azospirillum, fijan nitrógeno del aire y lo convierten en formas asimilables por las plantas, reduciendo la necesidad de fertilizantes sintéticos que pueden contribuir a la salinización y producción de ácidos orgánicos que algunas bacterias, como Bacillus subtilis, generan ácidos orgánicos que ayudan a movilizar y redistribuir sales en el suelo, evitando su acumulación en la zona radicular de las plantas.
Uno de los biofertilizantes más utilizados en la reducción de la salinidad del suelo es el biofertilizante a base de micorrizas arbusculares, que contiene:
● Glomus intraradices: Favorece la absorción de agua y nutrientes en suelos salinos.
● Azospirillum brasilense: Reduce el estrés salino al aumentar la tolerancia de las plantas a condiciones adversas.
● Bacillus megaterium: Solubiliza fósforo y mejora la estructura del suelo.
● Trichoderma harzianum: Fomenta el crecimiento de raíces y protege contra patógenos que se desarrollan en suelos con alta salinidad.
Un estudio publicado en la revista Applied Soil Ecology encontró que el uso de micorrizas arbusculares aumentó en un 30% la absorción de fósforo y potasio en suelos salinos, mejorando el rendimiento de cultivos como el trigo y el maíz.
Regiones afectadas por la salinidad en México
● Sonora y Sinaloa: Estas entidades, ubicadas en el noroeste del país, presentan suelos con niveles significativos de salinidad, especialmente en áreas de riego.
● Tamaulipas: El Distrito de Riego 086 (DR 086) en Tamaulipas es una de las zonas más afectadas por la salinización del suelo, debido a la elevación del manto freático y al drenaje deficiente.
● San Luis Potosí, Nuevo León y Zacatecas: Estas regiones también enfrentan problemas de salinidad en sus suelos agrícolas, lo que impacta negativamente en la producción de cultivos.
Cultivos vulnerables a la salinidad del suelo
La salinidad del suelo puede afectar una amplia variedad de cultivos en México, entre ellos:
● Maíz: Siendo uno de los principales cultivos del país, el maíz es sensible a altos niveles de salinidad, lo que puede reducir su rendimiento.
● Frijol: Este cultivo básico en la dieta mexicana también es susceptible a suelos salinos, presentando disminuciones en su productividad.
● Trigo: Aunque más tolerante que otros cultivos, el trigo puede experimentar reducciones en su desarrollo y rendimiento en condiciones de alta salinidad.
● Algodón: Cultivado en regiones como Sonora y Tamaulipas, el algodón puede ver afectado su crecimiento y calidad de fibra debido a la salinidad.
El uso de biofertilizantes en estas regiones puede ser una solución efectiva para combatir la salinidad del suelo. Estos productos aportan microorganismos beneficiosos que mejoran la estructura del suelo, aumentan la disponibilidad de nutrientes y ayudan a las plantas a tolerar condiciones salinas. Implementar prácticas agrícolas sostenibles, como la rotación de cultivos y el uso adecuado del riego, complementa el uso de biofertilizantes y contribuye a la recuperación y mantenimiento de suelos saludables.
Abordar la salinidad del suelo es esencial para garantizar la sostenibilidad agrícola en México. La adopción de biofertilizantes y otras prácticas de manejo integrado del suelo puede mejorar la productividad y preservar la salud de los ecosistemas agrícolas.
El problema de la salinidad del suelo representa un desafío importante para la agricultura moderna, pero el uso de TEOH biofertilizantes ofrece una solución sostenible y efectiva.
Estos productos no solo mejoran la estructura del suelo y facilitan la absorción de nutrientes, sino que también reducen la dependencia de fertilizantes químicos, previniendo una mayor acumulación de sales.
Implementar biofertilizantes en sistemas agrícolas es una estrategia clave para recuperar suelos degradados y garantizar cultivos más saludables y productivos en el futuro.
Referencias
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