Biofertilizantes a base de algas: Nutrición inteligente y natural para tus cultivos.
- Teöh

- 1 nov
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En los últimos años, los biofertilizantes a base de algas se han posicionado como una de las alternativas más prometedoras dentro de la agricultura sostenible. Estos productos naturales no solo aportan nutrientes esenciales a las plantas, sino que también mejoran su crecimiento, resistencia y productividad de una forma ecológica y eficiente. Los biofertilizantes elaborados a partir de algas marinas o microalgas se obtienen mediante procesos de extracción que conservan sus compuestos bioactivos: aminoácidos, polisacáridos, fitohormonas, vitaminas y oligoelementos. Estos componentes actúan como bioestimulantes naturales, ayudando a las plantas a desarrollarse mejor y adaptarse a condiciones ambientales adversas.
Oligoelementos: micronutrientes con gran impacto
Las algas son una fuente excepcional de oligoelementos como zinc (Zn), hierro (Fe), manganeso (Mn), cobre (Cu), molibdeno (Mo) y boro (B). Aunque las plantas los requieren en pequeñas cantidades, su papel es fundamental:
Zinc y hierro: favorecen la síntesis de clorofila y proteínas.
Manganeso y cobre: participan en reacciones enzimáticas clave del metabolismo vegetal.
Molibdeno: esencial para la fijación de nitrógeno.
Boro: fortalece paredes celulares y mejora la floración y fructificación.
Gracias a la estructura molecular de los compuestos en las algas, estos oligoelementos se presentan en formas altamente asimilables, mejorando su absorción foliar y radicular. Los extractos de algas contienen fitohormonas naturales como las auxinas, giberelinas y citoquininas, que actúan directamente sobre los procesos de crecimiento.
Sus efectos incluyen:
Mayor desarrollo radicular (raíces más profundas y ramificadas).
Incremento en la germinación de semillas.
Aceleración del crecimiento vegetativo.
Mejora en la formación de flores, frutos y semillas.
En resumen, los biofertilizantes de algas equilibran el crecimiento vegetativo y reproductivo, logrando plantas más vigorosas y productivas.
Uno de los mayores beneficios de las algas es su capacidad para incrementar la tolerancia de las plantas al estrés abiótico (sequía, salinidad, heladas o exceso de calor). Esto se debe a que sus compuestos bioactivos estimulan la producción de antioxidantes naturales y osmoprotectores, sustancias que ayudan a mantener la estabilidad celular en condiciones adversas.
Además, promueven una microbiota benéfica en el suelo, mejorando la absorción de agua y nutrientes y fortaleciendo el sistema inmunológico vegetal. Los biofertilizantes con base de algas son altamente versátiles y se pueden aplicar en casi todo tipo de cultivos, tanto agrícolas como ornamentales. Sin embargo, optimizan mejor su rendimiento en:
Hortalizas (tomate, lechuga, pimiento, pepino): mejoran la formación de frutos y la uniformidad de los mismos.
Frutales (cítricos, uvas, fresas, manzanas): aumentan el tamaño y el contenido de azúcares de los frutos.
Cereales y leguminosas (maíz, trigo, soya): fortalecen el sistema radicular y mejoran la eficiencia del uso de nutrientes.
Plantas ornamentales y de jardín: intensifican el color y la vitalidad del follaje y las flores.
Los cultivos con alta exigencia nutricional o expuestos a condiciones de estrés ambiental son los que más se benefician del uso regular de estos biofertilizantes.
Conclusión
El uso de biofertilizantes a base de algas se ha consolidado como una herramienta esencial para una agricultura moderna, sostenible y productiva. En México, TEOH se ha posicionado como un promotor y referente en el desarrollo y aplicación de biofertilizantes de origen natural, impulsando prácticas agrícolas responsables que combinan ciencia, innovación y respeto por los ecosistemas.







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